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Los agricultores pueden ahorrar unos 3.000 euros por hectárea. La peor parte se la llevan las plataneras con caídas de ejemplares y el destrozo de pistas agrícolas
Las precipitaciones que ha dejado la tormenta tropical ‘Hermine‘ -o Herminia, como prefieren llamarla algunos agricultores- han sido una bendición para la mayoría de los cultivos por la cantidad de agua que ha caído, por la forma serenita en que lo ha hecho y, sobre todo, por la época elegida para visitar las islas.«Herminia podría venir una vez al mes», bromeaba un agricultor de medianías, encantado con los efectos beneficiosos de la tromba.
Y es que según indicó el presidente de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de Canarias (COAG), Rafael Hernández, los campesinos podrán ahorrar agua de riego entre dos semanas y un mes, dependiendo de las zonas y los cultivos.
El mal estado de las pistas retrasa la recogida de los plátanos para la exportación
El único aspecto negativo afecta sobre todo a los cultivos de plataneras, ya que algunos ejemplares se han desplomado por el exceso de agua y los daños en las pistas agrícolas está retrasando la recogida de la fruta.
En palabras de Rafael Hernández, el agua caída «es una cosa magnífica y ha afectado muy positivamente porque supone un gran alivio para los agricultores. Hay que tener en cuenta que venimos de una situación de sequía tremenda con restricciones, incluso, en el riego en zonas altas, porque no había agua en las presas».
Lo más positivo, subrayó, es la forma en que ha venido, sin viento y sin causar daños.
«Han caído más de 100 litros, en algunos puntos más de 190 litros por metro cuadrado y lo ha hecho en varios días, lo que ha permitido que la tierra coja centro. Tenemos agua para dos semanas o un mes y se han recargado los acuíferos. Por lo pronto, se ha parado de regar los cultivos al aire libre», una circunstancia que además permite ahorrar en electricidad, gasoil y sueldos. Según Hernández, es difícil calcular en dinero el ahorro, pero destacó que una hectárea de hortalizas supone un gasto de 4.700 metros cúbicos de agua al año. «Lo que ha caído puede ser un tercio de esa cantidad», dijo.
Además, añadió, «ha llovido al principio del otoño, al comienzo de la campaña, cuando se siembra para el invierno, cuando más beneficia. No es lo mismo plantar papas partiendo de cero, que hacerlo con la tierra ya empapada». Y si ya las has plantado, hasta te nacen.
«Todos los cultivos», sostuvo, «han salido beneficiados».
En similar sentido se pronunció Sergio Cáceres, gerente de la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan), aunque aclaró que el ahorro de agua no es tan grande en las plataneras porque «no se trata de un cultivo concentrado en pocos meses, como las hortalizas. Necesitan el agua todo el año. Necesitamos que siga lloviendo».
Desde la Cooperativa Agrícola del Norte de Gran Canaria, el encargado de empaquetado Alejandro García, destacó los negativos efectos del temporal sobre las pistas agrícolas, que ha retrasado la recogida de la fruta porque «el barro impide el paso de los camiones» y el la lluvia ha tirado alguna platanera. «Tanta cantidad de agua las deja en el aire. La lluvia también ha hecho estragos en el almacén. No hay instalación que esté preparada para tanta agua», sostuvo.
Por su parte, Theo Hernando, secretario general de Asociación de Ganaderos y Agricultores de Canarias (Asaga), resaltó lo bien que se ha portado Herminia y la fecha elegida para dejarse caer.
«Ha sido una lluvia ligerita durante tres días que ha permitido que el agua se filtre, lo que es muy positivo para recuperar los niveles del acuífero». Según sus cálculos, la lluvia caída «permite ahorrar un mes de agua, que por hectárea supone entre 3.000 y 4.000 euros».
La tromba ha llegado en el momento ideal para plantar las papas y favorece a los frutales
El agua ha sido beneficiosa para todos los árboles frutales, especialmente los manzanos, cirueleros y albaricoqueros, que se podrán recuperar «con estas lluvias del estrés sufrido por la generación del fruto. Eso quiere decir que la floración en primavera será espectacular». Hermine ha favorecido también a los aguacateros, porque los que están en campaña «ya tienen el fruto formado». Y en el caso de los papayos y mangos, igual, porque están en pleno proceso de recolección
«Todo muy positivo. Muy pocos daños, salvo la caída de alguna platanera por el mismo peso y muros que se han caído, aunque son daños muy puntuales», concluyó.
Gustavo Rodríguez, portavoz de la Federación de Productos Hortofrutícolas de Las Palmas (Fedex), destacó los efectos positivos, en general, del agua sobre los tomateros y otros cultivos de exportación, aunque «el 80% de las pistas agrícolas han quedado viradas del revés, algo que es especialmente preocupante en las instalaciones ganaderas». «La Aldea se ha llevado la peor parte de la isla», recordó Rodríguez, quien advirtió sobre la necesidad de ventilar los cultivos para prevenir la aparición de hongos.
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