fuente ACB.com
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Final de clássico Barça – Madrid
Barça y Real Madrid reeditarán este domingo, dos años después de su última cita, la final de Copa más repetida de la última década tras el triunfo incontestable de los azulgranas en una semifinal con poca historia, en la que despachó con un juego coral y su dominio en el rebote a un desconocido TD Systems Baskonia, al que no le bastó su reacción en el último cuarto (77-68).
La semifinal Barça TD Systems Baskonia
Los vitorianos solo plantaron cara al inicio y cuando ya era demasiado tarde. Su mejor puesta en escena, con un Pierria Henry enchufado que monopolizaba todo el juego de su equipo y anotaba diez de sus doce primeros puntos, fue un espejismo, porque mediado el primer cuarto se produjo un apagón colectivo que tuvo a los vitorianos más de cinco minutos sin sumar una sola canasta.
Con un juego espeso y errores continuos en ataque, también perdían la batalla bajo aros y no se parecían en nada a la versión ofrecida el día anterior.
Además, como los triples no les entraban, el Barça se fue creciendo con el paso de los minutos, aunque tampoco andaba muy sobrado. Primero Nikola Mirotic y después Cory Higgins hicieron daño a una defensa que se veía claramente superada en el rebote, lo que se tradujo en la ventaja azulgrana al final de los primeros diez minutos (15-12).
El segundo cuarto transcurrió por los mismos derroteros. Sin ideas en el ataque vitoriano, que falló ocho de los nueve triples que intentó en la primera mitad, el Barça aprovechó para escaparse a base de acierto exterior. Primero fue Abrines, y le siguieron Mirotic por partida doble y Hanga. Con esos cuatro triples, la ventaja al descanso ya empezaba a ser preocupante (38-27. min 20).
En los 20 primeros minutos, los catalanes sumaban 26 rebotes, 12 de ellos ofensivos, por doce de su rival, que solo repartió una asistencia en ese periodo y vivió de un Henry que aportó 15 de los 27 puntos del conjunto vasco. Poco bagaje para colarse en una final de Copa del Rey ante un rival como el Barça.
Un 6-0 de salida tras el paso por vestuarios complicó más el panorama. Los de Dusko Ivanovic, que se vieron en un abrir y cerrar de ojos diecisiete abajo, enlazaron un 7-0 a favor gracias a un tiple de Henry y otro de Rokas Giedraitis que llegó acompañado de un tiro libre adicional. Ahí terminó su reacción, porque el guión del partido volvió a ser el mismo que hasta entonces.
Porque el Barça no se arrugó y siguió a lo suyo, fiando todo a su defensa, a su abuso bajo aros y a la inspiración de un Kyle Kuric que combinaba su habitual acierto con su contribución en el rebote. A ello sumaba la tranquilidad que otorga el tener unas rentas superiores a los quince puntos, aunque sabía que tenía enfrente a un rival del que no te puedes fiar.
Al último cuarto se llego con los de Jasikevicius con medio billete para la final en el bolsillo (64-47, min 30). Pese a llegar a perder por 20 puntos, el TD Systems Baskonia siguió intentándolo, y de la mano de Achille Pollonara, llegó a ponerse a seis tras cinco puntos consecutivos del argentino Luca Vildoza, que apretaron la semifinal tras un 16-5 de parcial (69-63, min 35).
Al Barça le entraron las dudas. Jasikecicius paró el juego de inmediato para evitar sobresaltos de última hora porque sus hombres eran ahora los que no daban una a derechas. Jekiri recortó hasta los cuatro puntos la desventaja, pero hasta ahí llegó la rebelión baskonista, porque el partido se convirtió en un intercambio de tiros libres que benefició al equipo catalán, que volverá dos años después a una final copera, ante el mismo rival, el Real Madrid, y en el mismo escenario que entonces.
77 – Barça (15+23+26+13): Calathes (4), Higgins (15), Hanga (3), Mirotic (16) y Pustovyi (4) -cinco inicial-, Oriola (-), Abrines (9), Davies (8), Westermann (4), Bolmaro (2), Smits (2), y Kuric (10).
68 – TD Systems Baskonia (12+15+20+21): Henry (19), Dragic (3), Giedraitis (5), Polonara (10) y Jekiri (15) -cinco inicial-, Vildoza (10), Sedekerkis (-), Fall (-), Diop (-), y Peters (6).